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"El agua no puede ser un recurso gratuito; es un asunto político que requiere comunicación"

Vive en París, pero viaja por todo el mundo, con escalas frecuentes en Oriente Medio y Sudamérica, y atiende a elEconomista Agua y Medio Ambiente en Madrid. Responsable del negocio global de agua de KPMG, dirige buena parte del asesoramiento de la compañía en operaciones de infraestructuras, valoradas en más de 8.000 millones de euros en 2013.

¿Conoce el sector del agua en España?

No estamos directamente implicados en el mercado del agua en España, pero sí trabajamos con las empresas españolas, con muchas de ellas, para desarrollar proyectos internacionales. Son clientes importantes del sector, están entre los grandes jugadores de todos los mercados relevantes. Y no solamente en el ámbito de construcción de infraestructuras, también desarrollando proyectos tecnológicos de primerísimo nivel.

¿Qué les diría a nuestras empresas?

Ja, ja? Que estamos con ellos para entender su estrategia. Son muy competitivas y, tradicionalmente, han tenido éxito a la hora de ganar cuota de mercado y expandirse por otras áreas geográficas y otros segmentos de mercado, como el tecnológico o el industrial.

¿Cuáles son los retos que afronta el mercado global?

El agua es esencial para la vida, y la gente lo considera un derecho que debe ser muy barato o gratis, pero requiere cuantiosas inversiones en infraestructuras y hay una gran distancia entre lo que la gente cree que debe pagar y el coste real que tiene prestar y mantener el servicio. Este es un reto que se presenta en todas partes. Siempre es muy sensible social y políticamente involucrar al sector privado, porque es muy complicado llegar a un modelo que ofrezca ingresos y beneficios justos a la actividad privada.

¿Y qué modelos son los más apropiados para la colaboración entre lo público y lo privado?

Hay diferentes modalidades. Típicamente, las autoridades prefieren la colaboración para construir las infraestructuras antes que para conceder la gestión del servicio de agua; la construcción es más fácil, vistosa y políticamente rentable que la operación de las infraestructuras existentes, que requiere un esfuerzo a largo plazo.

¿Hay muchas diferencias entre Sudamérica, China, Oriente Medio??

Son mercados muy diferentes, incluso en una misma región. Chile ha privatizado sus empresas de agua regionales y funciona de un modo muy eficiente. Brasil cada vez confía más en hacer concesiones a las empresas privadas. Oriente Medio es el ejemplo típico de lo que comentábamos: construyen nuevas plantas, muchas desaladoras, no mucho saneamiento y tampoco mucho en mejorar la operación de las redes. Tú construyes una planta nueva, pero un tercio del agua que llega no está limpia por el mal estado de las redes, lo cual no tiene ningún sentido. No ocurre en todas partes, pero puedes ver cosas así en muchas regiones.

¿Dónde es más fácil hacer negocios?

En ningún sitio. Cualquier negocio es difícil, pero el del agua se ha hecho más difícil en los últimos años. Además es muy competitivo y lento; hay menos liquidez que antes y las instituciones financieras cada vez son más reacias a financiar, porque quieren menos riesgo. Y hay mucha competencia; hace unos años había unos pocos grandes jugadores, pero ahora hay compañías locales o regionales con conocimiento y experiencia que se están expandiendo fuera de sus fronteras; en particular las empresas asiáticas: japonesas, coreanas, chinas..., que tienen abundante financiación. Por ejemplo, la compra de los activos de Veolia en Portugal por parte de una empresa china era algo inimaginable hace un par de años.

¿Qué opina del riesgo político?

En este sector es alto, porque el negocio tiene dimensión pública; las reformas de tarifas o los cambios de Administración te pueden hacer perder el apoyo; por eso es importante que haya contratos a largo plazo en la colaboración público-privada. Los mercados exóticos son inestables y eso merma la confianza; hacen falta socios locales y la participación de organismos internacionales para minimizar el riesgo.

¿En qué regiones hay más oportunidades de negocio?

Las hay en cualquier parte. Por ejemplo, en los países del este europeo hace falta mucha inversión para cumplir con la normativa comunitaria. También tienen mucho potencial los mercados ligados a los usos industriales; todos nuestros clientes están entrando en él, porque la industria quiere contaminar menos o porque quiere usar menos agua y necesita nuevas tecnologías.

¿Qué opina de la iniciativa Right2Water, que pretende garantizar el agua a los ciudadanos europeos al margen de las normas del mercado?

Es natural reclamar agua limpia; es el centro de la vida. Pero la gente no piensa en lo que hay detrás del agua: es un recurso natural que quiere y no sabe o no piensa lo que hay que invertir. Es un asunto político que requiere comunicación, porque el agua no puede ser un recurso gratuito. En Arabia saudí, por ejemplo, tienen un consumo muy elevado y es prácticamente gratis, porque lo subsidian con los ingresos del petróleo, poniendo una amenaza sobre la economía del país; desperdician un montón de dinero en vez de hacer políticas más eficiencias y subir las tarifas a los consumidores. Antes que usar agua fresca y desalada para todo, debería reutilizar la que tienen, una vez depurada, para la irrigación o la industria.

Mejor tratar y reutilizar que desalinizar, pero, ¿qué ofrece más negocio?

Esta es difícil. Soy partidario de la reutilización, pero depende del mercado... No sé, depende de la definición del negocio, si entra la construcción, el equipamiento, la operación, temas políticos?

¿Vamos suficientemente rápido en el desarrollo tecnológico?

Hay un tremendo progreso tecnológico, pero no siempre se aprovecha bien. Hay muchas desaladoras en Oriente Medio, donde la energía es muy barata, pero también en lugares donde no se necesitan, como España, EEUU, China... En reutilización, la tecnología es lo suficientemente buena como para beber el agua tratada; en Namibia, que no es precisamente un país rico, el agua residual es tratada y devuelta a las redes de distribución, y lo aceptan porque no tienen recursos. Se trata de mentalidad, no de tecnología o coste.

¿Hay fusiones y adquisiciones a la vista?

Muchos de nuestros clientes nos preguntan por oportunidades para invertir y comprar. Hay mucho apetito en los nuevos jugadores y jugadores tradicionales que necesitan ingresos y están dispuestos a vender, de modo que sí, habrá operaciones. Hay mucha actividad, pero no diré nombres.

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