El gobierno mexicano será incapaz de aprobar las leyes secundarias de su reforma energética a finales de abril, como estaba previsto. Aunque el contexto político ha complicado sin duda que se apruebe la legislación, es posible que el gobierno prevalezca y convoque una sesión extraordinaria del congreso en verano, y el atolladero de la reforma energética podría resolverse a finales de junio. Un retraso de dos meses sería comprensible dada la cantidad de cambios adoptados por el congreso pero la aprobación de las leyes a final de año (en la sesión ordinaria de septiembre/diciembre) no auguraría nada bueno para el MXN ni el crecimiento a corto plazo.
Por Joao Pedro Ribeiro