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Dos metros de lodos fecales en la ría de O Burgo

La calidad del agua de las rías gallegas no es todo lo buena que debiera, con dos grandes puntos negros: Vigo, contaminado por el tráfico marítimo, y O Burgo, donde se amontonan hasta dos metros de lodos tóxicos, "un escándalo", según el jefe de una Delegación de Investigación del Parlamento Europeo

La ría de O Burgo, junto a la ría de La Coruña, está cubierta por lodos fecales -mierda, en correcto castellano- procedentes de aguas residuales urbanas sin tratar y de vertidos industriales tóxicos. Ocupan los dos tercios de la superficie de la ría, ubicada en una zona muy urbanizada, con paseos y parques, y tienen una altura media superior al metro, pero en alguna zona llega a los dos metros.

Si alguien se adentra en la ría, se hunde rápidamente hasta el muslo; en 2012 hubo un caso de ahogamiento porque un incauto mariscador quedó atrapado y le sorprendió la subida de la marea. "Aquí vamos a los colegios a dar charlas y les decimos a los niños que, si se les cae el balón a la ría -afirma Ramón Sixto, portavoz de la Plataforma por la defensa da ría do Burgo- ni se les ocurra bajar a por él".

En febrero de 2013, Galicia recibió la visita de una delegación de tres eurodiputados, enviada para investigar la situación de las rías sobre el terreno, en respuesta a las numerosas denuncias que recibían. En relación a la de O Burgo, el jefe de la Delegación, el conservador Philipe Boullard, declaró a su regreso al Parlamento Europeo: "Es un escándalo".

Otros dos miembros de la Delegación, Tatjana Zdanoka y Angelika Werthmann, fueron también contundentes. La primera consideró más preocupante el estado de la ría de Ferrol, "pero la situación no es buena en las otras rías tampoco", y denunció la falta de entendimiento entre la Administración y los denunciantes: "Las autoridades no me han dado buena impresión en su relación con los peticionarios; no han colaborado con ellos y los contactos personales no funcionan muy bien". La segunda fue aún más directa: "Vimos objetos en el mar e inmundicia, pero las autoridades locales dicen que todo está bien; ¿estamos nosotros ciegos?".

Sin embargo, el informe final sobre la visita, publicado casi un año después, el pasado mes de diciembre, rebajó notablemente el tono. Los principales partidos políticos de la Cámara se pusieron de acuerdo para aprobar un documento "equilibrado y acertado", que reconozca que "se han hecho muchas cosas que van en la buena dirección", según Francisco Millán, eurodiputado del PP.

Las dos integrantes de la Delegación han protestado por ello: "Pedimos que se introduzca nuestra opinión, que es contraria, porque la que consta no es una descripción exacta de la situación", exigiendo, además, que sus firmas no figuren en el documento.

Es innegable que la situación en las rías gallegas ha mejorado desde 1980, año en el que sólo había una depuradora -ahora hay 153 de buen tamaño-, pero en las conclusiones y recomendaciones de ese informe "equilibrado y acertado" puede leerse, en relación a las zonas mariscadoras, que "su excelente estado se verá posiblemente amenazado si no se hace nada urgentemente para resolver algunos de los problemas expuestos". En la zona de O Burgo, según los documentos de la Cofradía de Pescadores de A Coruña, el empleo ha caído desde un pico de 2.600 personas a sólo 150.

Muestra de la mejora experimentada, no obstante, es que, tras la construcción de la planta de Bens, ya se depuran todas las aguas residuales urbanas de O Burgo y está en información pública el proyecto de dragado de la ría, tras un estudio de la situación por parte del Cedex.

Concretamente, se retirarán 420.300 metros cúbicos de lodos, de los que más de 350.000 se verterán en una zona de Miño apta para ello. Muchos de los vecinos no se lo creerán, porque en el informe de la Delegación europea puede leerse que "tras años de inactividad por parte de las instituciones [?] la gente ya no alberga esperanzas de que se limpie".

Vigo: escasa depuración y mucho tráfico marítimo

La visita de los eurodiputados tuvo otras paradas. Hubo una en la ría de Ferrol y estuvo relacionada con la planta de regasificación de Reganosa -no se halló nada negativo digno de mención, excepto tranquilizar a unos vecinos cuyas casas están muy próximas a la instalación industrial- y otra en Vigo. Allí, la Delegación comprobó que "las plantas de tratamiento existentes no pueden afrontar la demanda que se les impone".

El principal problema está en la conurbación de Vigo, cuya ría está muy contaminada desde hace más de un siglo por el intenso tráfico marítimo. El Centro Superior de Investigaciones Científicas ha elaborado varios estudios sobre la sedimentación de metales tóxicos y demuestran que éstos se han reducido en los lugares cercanos a las plantas de tratamiento -eran entre 10 y 15 veces mayores que los del mar abierto-, excepto en períodos de lluvia torrencial, cuando, junto a las precipitaciones, se evacuan aguas procedentes del alcantarillado y residuos industriales sin tratar.

El propio alcalde de Vigo, el exministro Abel Caballero, reconoció a los eurodiputados que "las necesidades de la zona en términos de gestión del tratamiento del agua no se ha podido satisfacer en la escala temporal adecuada".

En la actualidad se está construyendo una gran depuradora en Lagares -230 millones de euros de inversión-, así como 150 kilómetros de tuberías para las aguas residuales del municipio, cuyas obras deberían estar concluidas en 2015. También se están limpiando las playas y se han creado parques naturales en las islas de la ría.

Más de 450 millones de inversión desde 2009

Vigo y O Burgo son los dos puntos más negros del litoral gallego, pero hay otros, a pesar de que en los últimos cinco años se han invertido unos 465 millones de euros en infraestructuras de depuración en la comunidad, lo que ha permitido que las depuradoras de la costa asciendan a 74.

La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de abril de 2010 -condena a España a pagar unos 50 millones de euros anuales hasta que se cumpla la normativa comunitaria de depuración-, obligó a pisar el acelerador y en septiembre de 2012 se aprobó el Plan de gestión costera y fluvial de Galicia.

De acuerdo con el citado Plan, en 2015 ya se debería cumplir con la legislación de la UE. Para ello, se están desarrollando actividades de limpieza y recuperación de las rías, utilizando modelos informáticos y métodos de supervisión adicionales para las zonas más vulnerables.

La eurodiputada Werthmann veía en estas actuaciones una oportunidad de crear empleo verde y sostenible, y el informe de la Delegación incide en ello: "No estamos ante un gasto corriente, sino ante una inversión con un enorme retorno en salud pública y desarrollo económico".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante la inauguración de la depuradora de Esteiro, en la ría de Muros, a mediados de febrero, anunciaba que este año entrarán en funcionamiento las depuradoras de Ferrol, Corrubedo, San Cribao, O Grove y Chanteiro, que ya está en pruebas. En 2015, además de la de Lagares, deberían entrar en funcionamiento las de Malpica, Ribeira y Gandairo.

"Estamos haciendo un esfuerzo enorme en depuración, saneamiento y en disminuir los daños a las rías", afirmó del presidente gallego, sabedor de que se trata de un tema muy sensible y politizado en Galicia, aunque apenas haya ocupado espacio informativo en el plano nacional, en el que el desastre del Prestige ha eclipsado el problema ambiental de las rías.

De hecho, otro desastre en Galicia, el del AVE en Santiago, restó relevancia a la esperada publicación del informe de la Delegación de eurodiputados.

Insuficiencias en la operación de las plantas de depuración

Ahora bien, que las infraestructuras de depuración estén construidas es un logro, no cabe duda, pero también deben estar bien dotadas y tienen que funcionar correctamente, algo que no ocurre.

En enero, el director de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla, Ricardo Beiras, denunciaba que "la mayor parte de las depuradoras de nuestro entorno carecen de tratamiento terciario y, por lo tanto, no desinfectan sus vertidos". El tratamiento terciario, con lámparas ultravioleta, elimina por completo la contaminación microbiológica de las aguas fecales, pero su coste de operación es elevado.

En Cangas se instaló una depuradora en 2008, y el alcalde de la localidad, José Enrique Sotelo, que aspira a sacar a concurso la gestión del agua de la villa próximamente, afirma que "el agua que llega a la depuradora sale bastante bien, pero es que sólo entra el 10 por ciento"; el resto escapa a la ría "por los aliviaderos de las bombas".

¿Hay problemas con el consumo de marisco de las rías?

Galicia produce el 96 por ciento de los moluscos bivalvos de España y el sector ocupa a unas 8.000 personas en la actualidad. 

La calidad de las aguas de las zonas de marisqueo -hay 134 controladas- se revisa semanalmente, se comunica a los gremios de pescadores, y puede consultarse en la página web del Instituto Tecnológico para o Control do Medio Mariño. 

En función de los niveles de contaminación química, biológica y la procedente de hidrocarburos, las zonas de marisqueo están clasificadas en tres categorías:

Tipo A. El marisco se vende directamente para el consumo humano. Hay 33, el 24,6 por ciento. 

Tipo B. El marisco debe tratarse en un centro de depuración antes de venderse. Hay 85, el 63,4 por ciento. 

Tipo C. El marisco tiene que someterse a tratamientos termales o microbiológicos durante largos períodos de tiempo. Hay 16, el 11,9 por ciento.

Desde el año 2009, han mejorado 31 zonas, que suman más de 200 kilómetros cuadrados, pero han empeorado nueve, aunque sólo suman ocho kilómetros cuadrados. Una auditoría de la Comisión Europea realizada en octubre de 2011 concluyó que "el sistema de control aplicado en Galicia es conforme a la legislación europea".

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