Debido a su proximidad, los países de Europa oriental, así como la CEI, Turquía y Finlandia, son las zonas más expuestas a los efectos colaterales de la crisis entre Rusia y Ucrania a través de los canales de la energía y el comercio, lo que ayuda a explicar las reticencias de la Unión Europea a imponer fuertes sanciones a Rusia. La dependencia de las importaciones agrícolas desde Ucrania, y en menor medida Rusia, es mucho más amplia y afecta a países no sólo de Europa, sino también de Oriente Medio, Norte de África y otros lugares. Austria, Suecia y Francia son los países con una mayor exposición a través del canal del sector bancario. En línea con nuestras expectativas de disminución de las tensiones, no prevemos que haya alteraciones prolongadas en lo que respecta a los flujos comerciales energéticos o agrícolas, aunque no se pueden descartar breves periodos de volatilidad.
Por Evghenia Sleptsova, Jelena Vukotic y el equipo de investigación de RGE.