Los países de Europa del este observan la progresión de la crisis de Crimea con una mirada atenta desde que la mayor productora de gas de Rusia, Gazprom, amenazara con cortar los envíos de gas a Ucrania el 7 de marzo por unas facturas impagadas. Rusia es el principal proveedor de gas de Europa y suministra cerca del 25% de la demanda continental, la mitad canalizada a través de Ucrania. La amenaza recordó al pulso de 2009, que redujo los envíos de gas ruso a Europa durante un invierno duro. Desde entonces, las autoridades han avanzado para mejorar la seguridad energética en la región pero países como Hungría, Bulgaria y Eslovaquia todavía son vulnerables a un posible corte debido a su combinación energética relativamente intensiva en gas y gran dependencia de las exportaciones rusas que transitan por Ucrania.
Por Jelena Vukotic.