Los diferenciales de crédito en Estados Unidos alcanzaron sus niveles más bajos desde la gran recesión en 2013, y sin embargo se mantienen mucho más amplios de lo que estaban antes de la crisis financiera. Las nuevas regulaciones han restringido la creación de mercado primario entre entidades bancarias, reduciendo de este modo la liquidez en el mercado secundario de los bonos corporativos, y aumentando los costes de negociación para los inversores en bonos corporativos estadounidenses de alta calificación en 5.000 millones de dólares al año, con la prima de liquidez de los diferenciales de crédito situada ahora en 10-50 puntos básicos por encima de su valor pre-crisis. Para el universo global estadounidense de bonos de alta calificación, creemos que la prima de liquidez se mantendrá en 15-25 puntos básicos por encima de su nivel pre-crisis. La reducción del riesgo crediticio ayudará a disminuir los diferenciales de los bonos estadounidenses de alta calificación y de los de alto rendimiento al cierre del ejercicio (hasta 110 y 400 puntos básicos, respectivamente), pero la reducción de la liquidez hará improbable un ajuste significativo de los diferenciales.
Por Dayna Goodwin.