Como habíamos previsto, las elecciones anticipadas del 2 de febrero en Tailandia no han logrado resolver la crisis política del país. La interferencia del partido demócrata en la oposición (mediante el bloqueo de colegios electorales y dejando fuera a ciertos candidatos) evitó una victoria concluyente del partido gobernante Pheu Thai pero Yingluck Shinawatra seguirá en el cargo como primer ministro provisional hasta que se lleve a cabo una nueva ronda de votaciones (dentro de tres o cuatro meses). La situación actual coincide con nuestro escenario base para el periodo postelectoral. Seguimos esperando que la crisis política se arrastre durante algún tiempo y el punto muerto seguirá afectando al crecimiento tailandés y los títulos hacia la segunda mitad del año.
Por Abby Zwick