El consumo y la vivienda continúan impulsando el crecimiento mientras la inversión fija no residencial y las exportaciones siguen siendo débiles (teniendo en cuenta un repunte temporal en el tercer trimestre, tras las inundaciones del segundo trimestre y las huelgas de trabajo). Aun así, los hogares canadienses, altamente apalancados, sentirán pronto la presión de la inminente normalización de los tipos y la resistencia bajista de unos precios de la vivienda finalmente en caída. El repunte de las exportaciones y la inversión empresarial podrían compensar la parálisis del consumo y el crecimiento de la inversión residencial en 2014-2015 pero dudamos de que la transición no vaya a acarrear secuelas. Pese a nuestro caso básico de un ajuste gradual de la vivienda, existe una posibilidad importante de una corrección más brusca del mercado inmobiliario dentro del periodo de nuestro pronóstico.
Por Jennifer Hsieh, Ibrahim Gassambe y Rachel Ziemba.