Como estaba previsto, el BCE no ha dado ningún paso político en su reunión de enero. El tono blando de los comentarios post-reunión de su presidente Mario Draghi reafirma nuestros pronósticos de más flexibilización en la primera mitad del año, con un recorte del tipo de refinanciación de 15 puntos como la próxima medida más probable. Aunque Draghi desestimó el riesgo de que la Eurozona caiga en una espiral deflacionaria, creemos que la devaluación interna y la mayor competencia exportadora seguirán ejerciendo presiones fuertes a la baja sobre los salarios y los precios de productores, potencialmente derivando en una deflación general persistente con el tiempo. Por último, aunque rechace comprometerse con la secuenciación de medidas no convencionales (si se estiman necesarias), Draghi identificó una restricción del mercado del dinero no garantizado y futuros descensos de la inflación a medio plazo como desencadenantes de medidas políticas.
Por William Oman.
