Incluso con un crecimiento del 2%, Suiza tendrá dificultades para superar la deflación y cerrar la brecha de producción negativa. El consumo sigue siendo el principal factor de crecimiento, mientras que la inversión fija probablemente seguirá afectando negativamente al crecimiento en 2014. El mantenimiento de una postura moderada por parte del Banco Nacional Suizo debería ayudar a la depreciación del franco, incluso con respecto a un euro más debilitado. No obstante, dada la flexibilización poco convencional por parte del BCE y la fortaleza de la economía suiza en comparación con la de la Eurozona, es probable que el tipo de cambio entre el EUR y el CHF se mantenga por debajo de lo que preveíamos en un principio. En este contexto, seguimos creyendo que no tendrá lugar una deflación en 2014, pero hemos revisado ligeramente a la baja nuestras estimaciones hasta 2017 debido a la ralentización de la depreciación del CHF y al desarrollo de un entorno desinflacionista a nivel internacional.
Por Brunello Rosa y Jennifer Hsieh.