Las constantes protestas laborales en grandes industrias (minería y transporte) perjudicarán a la economía sudafricana, con el crecimiento acelerando sólo modestamente en 2014 y situándose por debajo de la tendencia en 2015 (2,6% y 2,9%, respectivamente). Todavía nos preocupan los riesgos de inflación, esperamos presiones de intensificación del ZAR y creemos que el Banco de la Reserva de Sudáfrica tendrá que subir los tipos en la segunda mitad de 2014. La postura externa y fiscal de Sudáfrica, en deterioro, dejará a sus activos y a la economía expuestos este año, en medio de unas condiciones financieras globales más estrictas. Pese a la mayor rivalidad política y las divisiones en la alianza tripartita gobernante, no esperamos cambios en el gobierno tras las elecciones generales de marzo de 2014, lo que apunta a un estancamiento político que asfixiará al crecimiento.
Por Maya Senussi.