Las economías del CE-3 (República Checa, Polonia y Hungría) se benefician del repunte cíclico global pero Turquía y Rusia se quedan atrás, con la última sin haber tocado fondo todavía. Las presiones de precios bajos y una demanda interna floja permitirán a los políticos del CE-3 mantener su sesgo blando hasta mediados de 2014. En toda la región, una financiación débil y el tímido crecimiento de la eurozona retendrán la recuperación en producción potencial. La temporada electoral de 2014 refuerza nuestra opinión pesimista sobre la deuda húngara y turca, y las divisas.
Por Jelena Vukotic, Rachel Ziemba, Maya Senussi, Jennifer Hsieh y Evghenia Sleptsova.