El banco central de Turquía (CBT) ha decepcionado en muchas ocasiones, entre ellas el pasado 24 de diciembre. En el discurso anual sobre el marco de las políticas monetarias y en materia de divisas para 2014, el gobernador del CBT, Erdem Basci, reiteró que no había necesidad de subir los tipos de interés, comprometiéndose a moderar la volatilidad de los tipos a corto plazo incrementando las ventas de divisas (con un total 3.000 millones de dólares en enero, aproximadamente el 7% de las reservas netas) y ajustando el mecanismo de opción de reserva, su herramienta más característica. Seguimos considerando que las medidas anunciadas son insuficientes para detener la volatilidad de la TRY, y que las intervenciones en el mercado de divisas son insostenibles y un despilfarro. Esperamos que, cuando los inversores vuelvan a centrar su atención en los fundamentos, la presión vendedora sobre la TRY obligue al CBT a incrementar 100 puntos básicos el tipo aplicado a los préstamos a un día en el primer semestre, hasta el 8,75%, con los riesgos inclinados hacia un mayor endurecimiento.
Por Maya Senussi