La deuda ucraniana se disparó después de que el país alcanzase un acuerdo con Rusia por el cual recibiría una inyección de liquidez (a través de la compra de 15.000 millones de dólares en Eurobonos por parte del Fondo Nacional de Inversión Ruso) y un descuento del 30% en los precios del gas. En consonancia con nuestro reciente análisis del escenario sobre este tema, este acuerdo minimizará el riesgo soberano de Ucrania a corto plazo, aunque todavía no hay pistas acerca de lo que el país está obligado a hacer a cambio, lo que deja la puerta abierta a nuevas incertidumbres políticas y sorpresas. De este modo, está previsto que los rendimientos aumenten con respecto a sus mínimos recientes, aunque se detendrán antes de las cifras del 14-18% a las que asistimos antes del acuerdo. La deuda externa de corta duración se ha vuelto atractiva, aunque recomendamos evitar la deuda externa y local que venza después de las elecciones de 2015.
Por Evghenia Sleptsova