Sus enormes déficits gemelos y su gran deuda exterior a corto plazo, la inflexibilidad de su moneda y sus bajas reservas de divisas (equivalentes a dos meses de importaciones, o una tercera parte de la deuda exterior a corto plazo) hacen que Ucrania sea uno de los mercados emergentes más vulnerables a una posible crisis monetaria. El malestar social provocado por el cambio radical de última hora del gobierno para alejarse de la integración en la Unión Europea ha agravado este riesgo. Hasta el momento se ha evitado una devaluación, debido principalmente a: (1) la confianza entre los depositantes minoristas ucranianos, quienes están acostumbrados a las presiones devaluatorias; (2) los altos costes de la cobertura para las empresas, y (3) los controles de capitales y monetarios. No obstante, un cambio en el sentimiento podría aumentar la demanda de divisas en efectivo y dar lugar a una devaluación desordenada en cuestión de días. Recomendamos evitar los activos ucranianos.
Por Evghenia Sleptsova.