Cinco años después del inicio de la recesión global, la idea de que la economía mundial permanecerá estancada a baja velocidad está cobrando fuerza. Las teorías que respaldan esta hipótesis son creíbles: el estancamiento es un peligro y gran parte del potencial de producción perdido podría ser irreversible. Lo que es aún peor, en algunas áreas las decisiones políticas están hundiendo la trayectoria de la productividad y los niveles de vida de cara al futuro.
Por David Nowakowski.