La anticipadísima 3ª sesión plenaria del XVIII comité central del partido comunista chino se clausuró el 12 de noviembre con la publicación de una declaración escueta y ambigua que define los planes de reforma del partido en el gobierno para los diez próximos años. Todavía es pronto para saber si la sesión plenaria puede considerarse un punto de inflexión para la política económica china, aunque las contradicciones del comunicado (como exigir un papel más ?decisivo? de los mercados mientras defiende el papel fundamental de las empresas estatales en la economía) nos dejan escépticos en cuanto a la envergadura de las reformas. Creemos que las reformas perderán importancia cuando el crecimiento caiga hasta la "línea de fondo" del primer ministro Li Keqiang de un 7% en la segunda mitad de 2014.
Por Adam Wolfe.