
¿Qué haría usted si alguien en su empresa le avisa que podría ser despedido? Si quiere seguir el ejemplo de los primeros espadas de la economía española, debe saber que lo primero que debe hacer no es marcharse en búsqueda de un nuevo empleo, sino emprender una defensa numantina de su cargo y aprovechar para lograr una fuerte subida de sueldo.
Eso es, por ejemplo, lo que han hecho en el último año los miembros del Consejo de Administración de Altadis ante la opa lanzada por la británica Imperial Tobacco; el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ante la amenaza de compra por parte de EDF; el de Sacyr, Luis del Rivero, por el acoso sufrido en Francia para forzar su salida de Eiffage o el ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, que logró una indemnización millonaria por su salida de la eléctrica.
Un extra para Altadis
Uno de los casos más llamativos es, sin duda, el de Colonial. En plena crisis del sector y con la inmobiliaria atravesando gravísimos problemas financieros y teniendo que enfrentarse a las reclamaciones de los bancos y las cajas, que han terminado por hacerse con su control, Colonial retribuyó a su Consejo de Administración con un importe total de 6,201 millones de euros durante el ejercicio 2007, lo que supone una subida del 269,3 por ciento respecto al año anterior.
La mayor parte de esta cantidad, 4,49 millones de euros, correspondió a los consejeros ejecutivos, cargo que durante el año pasado y hasta la remodelación del consejo de finales del pasado mes de diciembre tenían cuatro consejeros, entre ellos Luis Portillo.
Pero las subida no siempre se llevan a cabo ante los problemas financieros, sino también, como ha ocurrido con Altadis, cuando hay una oferta de compra del exterior, considerada en principio hostil. Tal y como adelantó elEconomista el pasado 7 de mayo, el máximo órgano ejecutivo de la tabacalera hispano-francesa se duplicó el sueldo en 2007 en plena ofensiva por parte de Imperial Tobacco, hasta 5,79 millones de euros.
Los casos de Colonial y Altadis no son los únicos
Pero lo curioso es que la decisión se tomó justo antes de vender la empresa y sin tener en cuenta que las ventas y los beneficios estaban completamente estancados. Y eso al margen de que Altadis esté sufriendo el acoso de la lucha contra el consumo de tabaco y se enfrente también a un posible cierre de fábricas por "exceso de capacidad", tal y como la propia empresa reconoce en su informe de auditoría.
Pero los casos de Colonial o Altadis no son los únicos. Luis del Rivero, el presidente de Sacyr Vallehermoso, ha encontrado también el remedio para olvidar uno de los años más difíciles, posiblemente, de su carrera profesional. El acoso al que se vio sometido en Francia, que le obligó a salir del capital de la constructora Eiffage, se ha visto compensado con una remuneración en 2007 de 2,12 millones de euros, lo que supone un 55 por ciento más que en el año anterior.
Y no ha sido el único. Manuel Manrique, consejero delegado de Sacyr y mano derecha de Del Rivero, cobró 1,1 millones de euros, lo que supone un aumento del 7 por ciento; y Javier Pérez Gracia, consejero delegado de la filial de autopistas Itínere y hombre de confianza también del presidente ha sido premiado con una subida del 11 por ciento. Y eso pese a que ha tenido que cancelar ahora su salida a bolsa. En el sector eléctrico, Iberdrola ha premiado con 10,15 millones de euros a Ignacio Sánchez Galán por su gestión -ha cobrado 4,4 millones de sueldo además de dos bonus por 5,7 millones de euros-, en plena ofensiva por parte de la eléctrica francesa EDF. Galán acaba de anunciar, de hecho, que intensificará la batalla legal frente al acoso de la compañía gala, a la que está intentando frenar incluso desde Bruselas, denunciando las ayudas públicas a la compañía por parte del Gobierno del país vecino. Y eso por no hablar de Endesa, que ha destinado 22 millones a pagar indemnizaciones a los ejecutivos tras entrada de Enel y Acciona, aunque no ha especificado cuanto le toca a Manuel Pizarro, su ex presidente.
En el sector inmobiliario, el precedente para Colonial lo firmó Metrovacesa hace un año. Joaquín Rivero, presidente entonces de la compañía, se premió la defensa numantina de la misma ante la opa hostil de la familia Sanahuja con una jugosa subida no sólo para él sino también para toda su guardia pretoriana.