Al contrario que el consenso, mantenemos nuestra antigua opinión de que Portugal necesitará un segundo programa de ayuda financiera una vez que finalice su actual programa de la UE y el FMI en julio de 2014. Dicho programa irá precedido o acompañado por la restructuración de parte de la deuda fuera de balance del gobierno en 2014, y seguido por algún tipo de participación del sector privado en 2015. Estas opiniones reflejan el hecho de que la economía portuguesa sigue haciendo frente a un importante exceso de deuda privada y unas condiciones de crédito restrictivas, lo que sugiere que sus perspectivas de crecimiento seguirán siendo malas en el periodo 2014-15 a medida que aumente su trayectoria de endeudamiento. La deuda pública portuguesa se negociará con un mayor descuento (actualmente los precios se encuentran dentro del margen comprendido entre 90 y 100), y la curva invertida y unos rendimientos en altos niveles de un solo dígito para los bonos a 10-30 años permitirán canjes peligrosos en el mercado. La renta variable portuguesa seguirá registrando unos resultados inferiores, en vista de la debilidad del crecimiento y la inestabilidad política.
Por William Oman.