Las perspectivas para las exportaciones surcoreanas a corto plazo parecen menos sólidas de lo que esperábamos en un principio, lo que afectará al crecimiento general en el segundo semestre de 2014. La inflación sigue siendo muy baja, lo que en combinación con la fortaleza del won y la moderación de los resultados de las exportaciones, hace que aumenten las probabilidades de que se produzca un recorte de los tipos antes de lo que preveíamos (aunque nuestra hipótesis de referencia sigue sin contemplar recortes hasta finales de 2014). El déficit fiscal también puede persistir durante más tiempo del que pensábamos, especialmente si el crecimiento de los ingresos continúa siendo decepcionante. Aunque Corea del Sur disfruta este año de un entorno financiero relativamente estable en comparación con sus vecinos del sur, parece que la sólida posición de su balanza de pagos en realidad está afectando negativamente a la demanda de exportaciones a corto plazo, debido especialmente a la competencia de Japón. Dicho esto, seguimos siendo optimistas con respecto a todas las clases de activos de Corea del Sur durante los próximos seis meses.