Las elecciones parlamentarias celebradas este fin de semana en la República Checa han tenido como resultado una ajustada victoria de la oposición socialdemócrata (CSSD), debido a que el enfado de los votantes con los partidos tradicionales ha provocado el acceso a la legislatura de los partidos opositores. Los cálculos postelectorales sugieren que nuestra hipótesis de base consistente en una coalición de izquierdas formada por el CSSD y el Partido Comunista no se hará realidad. A día de hoy, lo más probable es que el CSSD vuelva la vista a los dos partidos centristas (ANO y los democristianos) para formar una incómoda mayoría parlamentaria. Es probable que dicho gobierno sea más centrista de lo esperado en un primer momento, lo que ayudaría a los activos checos. El programa pro-empresarial del partido ANO también sugiere que la reforma de las pensiones seguirá en vigor (en contra de los deseos del CSSD), lo que reforzará la imagen del país como una economía orientada al mercado con un mejor comportamiento que otros países de la región.
Por Jelena Vukotic.
