La calma en la Eurozona es prácticamente el resultado de que el BCE haya tirado su balance detrás del euro en 2012. Aun así, el BCE no puede hacer solventes los soberanos periféricos ni ayudar si los gobiernos no tienen la voluntad o la capacidad de hacer reformas y ajustes. En nuestro escenario básico (60% de probabilidades), esperamos que los riesgos políticos sigan siendo locales y estén contenidos en su mayoría, ablandando los objetivos de las reformas y ajustes. Grecia y Portugal tendrán que abordar sus cargas de deuda mediante una reestructuración oficial blanda. La deuda de España es insostenible pero no se abordará antes de 2015. La de Italia sólo es sostenible por poco. Todo esto significa que algunos diferenciales podrían estrecharse más, aunque seguimos siendo cautelosos sobre los demás, sobre todo cuando los tipos de EEUU se normalicen. Los valores de la Eurozona parecen arriesgados más allá de un horizonte de 12 meses.
Por Christian Odendahl, David Nowakowski, Brunello Rosa, William Oman e Ibrahim Gassambe.