El pasado 8 de octubre, el gobierno del Reino Unido puso en marcha la segunda fase de su plan Help to Buy (un programa de garantía hipotecaria), tres meses antes de lo previsto. En su primera fase, el plan Help to Buy permitió a los solicitantes comprar un inmueble residencial valorado hasta en 600.000 libras con un depósito de tan sólo el 5% ofreciendo un préstamo hipotecario del 15% a los posibles compradores de viviendas de nueva construcción. La segunda fase introduce una garantía pública sobre el 15% de su hipoteca a cambio de una cuota única (de hasta el 0,9% del préstamo). Aun pesar del riesgo de que se cree una burbuja inmobiliaria, es probable que este programa proporcione un impulso adicional al mercado inmobiliario del Reino Unido, y podría ayudar a originar la suficiente confianza entre los consumidores y las empresas como para colocar a la economía en una trayectoria ascendente sostenible. Durante este proceso, los conservadores podrían recibir un impulso suficiente que les permitiría superar las elecciones de 2015.
Por Brunello Rosa.