Las informaciones de esta semana sugieren que la Comisión Europea ha tenido un enfrentamientos con los funcionarios franceses acerca de la lentitud de sus esfuerzos reformistas, lo que complica la situación para el ministro de finanzas francés Pierre Moscovici quien mañana presentará el presupuesto de su país para 2014 al comisario Olli Rehn para su aprobación, un procedimiento ahora necesario según las normas de la UE. Aunque el debate seguramente será tenso, esperamos que Moscovici obtenga la aprobación del presupuesto en vista de los recortes del gasto por valor de 15.000 millones de euros y las exenciones fiscales por valor de 9.000 millones de euros destinados reducir los costes laborales de las empresas francesas. Al mismo tiempo, parece probable que el primer ministro Francois Hollande amplíe los mínimos esfuerzos reformistas (principalmente en el sistema de pensiones) realizados hasta la fecha, ya que el gobierno francés está decidido a diferenciarse de otros países de la periferia de la Eurozona.
Por William Oman.