Las cifras revisadas del PIB japonés en el segundo trimestre revelan un impulso continuado y crean el marco propicio para que el primer ministro Shinzo Abe mantenga los planes de lanzar la primera ronda de subidas del impuesto al consumo en abril de 2014 (se espera una declaración formal a principios de octubre). La cuestión ahora es qué clase de compensación fiscal se va a ofrecer para limitar las consecuencias para la actividad consumista a partir del segundo trimestre de 2014. Japón parece carecer de la potencia fiscal necesaria para compensar del todo la subida del impuesto, una opinión que sustenta nuestra previsión de crecimiento para 2014 por debajo del consenso. Aunque un recorte del impuesto de sociedades parecía posible tras las elecciones de julio, el gobierno posiblemente ofrezca desgravaciones fiscales para la inversión y los aumentos del salario nominal, junto con algún gasto suplementario. Aunque una compensación fiscal basada en el gasto habría tenido efectos positivos a corto plazo, podría inhibir el crecimiento a medio y largo plazo, así como la consolidación fiscal, por lo que el recorte del impuesto de sociedades habría sido una mejor opción a largo plazo en nuestra opinión.
Por Michael Manetta.
