Para muchas economías del este de Europa (EE), las ventajas de ingresar en la Eurozona ya no compensan de largo los costes, sobre todo porque el apoyo público hacia ese tipo de medidas ha descendido en toda la región. Aparte de Letonia, Lituania y potencialmente Bulgaria, ninguno de los demás países de la EE va a dar el paso de solicitar la entrada en la Eurozona en un futuro próximo. Aunque estos tres países son los únicos que podrían percibir ganancias netas de su membresía a la Eurozona (por sus tipos de cambio fijos, amplios pasivos externos y vínculos comerciales con la Eurozona), Letonia debe acelerar las reformas para implantar los ajustes económicos necesarios y evitar una crisis tipo periferia. Los inversores seguramente reevalúen el atractivo de los activos a largo plazo en los países de la EE que puedan optar en contra de ingresar en la Eurozona a medio plazo, renunciando a las reformas y el dividendo de crecimiento que acompañaría a la integración.
Por Jelena Vukotic, Liza Reiderman e Ibrahim Gassambe.