Los datos de los índices PMI publicados esta semana ponen de manifiesto la divergencia del crecimiento dentro de los mercados emergentes europeos. Los sectores manufactureros de Polonia y la República Checa registraron nuevas expansiones tras el aumento de la demanda en Alemania y otros países de la Eurozona, mientras que la actividad manufacturera de Turquía y Rusia sigue siendo plana en términos efectivos, lo que supone una inversión de las tendencias observadas a comienzos de 2013. Estos resultados refuerzan nuestras previsiones de crecimiento para la región en el segundo semestre, en el que prevemos una ligera aceleración en Europa Central y del Este, una desaceleración en Turquía y un débil crecimiento en Rusia. Todo indica que la demanda interna ha tocado fondo en Europa Central y del Este, una nueva señal de que, al igual que la periferia de la Eurozona, ha salido de la recesión (aunque sin alcanzar un crecimiento rápido). Parece que Turquía es el país más expuesto a un posible endurecimiento de las condiciones financieras, y esperamos rebajar sus previsiones de crecimiento para 2013 y 2014 en nuestra próxima perspectiva.
Por Rachel Ziemba.