Llevamos mucho tiempo resistiéndonos al argumento de que el alto coeficiente beta de la renta variable de los mercados emergentes y su valoración aparentemente baja hacen que sea necesariamente atractiva en un entorno de bajo riesgo de eventos extremos y aceleración del crecimiento en los mercados desarrollados. Ahora que el sentimiento sobre la renta variable de los mercados emergentes se está enrareciendo todavía más a medida que se recrudece la crisis de la balanza de pagos de dichos mercados, revisamos las bases de nuestra cautelosa opinión sobre esta clase de activos y examinamos con más detalle la renta variable de la India, la cual probablemente esté en el punto de mira si los responsables políticos no implementan un compromiso entre la defensa de la rupia y la reactivación de una economía estancada que resulte creíble para el mercado. Seguimos manteniendo una posición defensiva en lo que respecta al conjunto de los mercados emergentes durante al menos los próximos seis meses, y probablemente no se producirá ningún cambio en las calificaciones antes de diciembre. Los mercados emergentes más fuertes que se ven influenciados por el ciclo de los mercados desarrollados tales como México, Polonia, Taiwán y Malasia pueden ser los vencedores en términos relativos, mientras que los mercados emergentes más débiles con vulnerabilidad financiera exterior, tales como Turquía, la India, Indonesia, Sudáfrica y Brasil se presentan como los posibles perdedores.
Por Ibrahim Gassambe.