Los datos publicados para Japón el pasado viernes fueron ligeramente positivos, lo que indica que la economía continuó mejorando a comienzos del tercer trimestre. La recuperación del sector manufacturero se presenta sólida, aunque la demanda interna (tanto pública como privada) parece haber llenado el hueco dejado por el descenso de la demanda extranjera. De todos los sectores, los productores de bienes de capital fueron los que informaron de un mejor entorno para la demanda en el mes de agosto, lo que refleja no sólo un repunte de la inversión pública sino también una mejora de la inversión privada. Por el contrario, el impulso del consumo ha experimentado una desaceleración, y si bien la cifra general de empleo y los datos relativos a los ingresos siguen mostrando signos de mejora, un examen más detenido advierte que no debemos caer en un excesivo optimismo. Del mismo modo, los datos de los precios al consumo siguen mejorando, aunque esto se sigue debiendo principalmente a los precios de la energía. La relativa debilidad de los datos del consumo de los hogares supone un cierto riesgo para la subida del impuesto sobre el consumo, aunque la mayoría de las señales sugieren que esta medida se aprobará en abril según lo previsto.
Por Michael Manetta.
