El programa japonés de facilitación cuantitativa y cualitativa parece estar apoyando la liquidez global, justo cuando la incertidumbre por la próxima medida política del Fed ha dejado la liquidez global más ajustada, sobre todo en los mercados emergentes. Desde principios de julio, las compras netas japonesas de activos extranjeros se han disparado y creemos que las cifras indican un remonte incipiente de los flujos de dinero japonés caliente hacia las economías emergentes. La disminución de los flujos denominados en USD al Asia emergente ha reducido notablemente los valores de activos regionales, aumentando su atractivo para el inversor japonés, mientras que los bancos japoneses parecen involucrarse para cerrar las brechas de financiación externa, sobre todo en el sureste asiático, y regresar al acarreo. Un cambio en la política económica japonesa podría trastocar esa tendencia pero esperamos ver más fondos japoneses que fluyan al Asia emergente en los próximos 6 a 12 meses.
Por Michael Manetta.
