El acta de la reunión del FOMC del 31 de julio ha tenido un tono suave. Varios miembros del FOMC comentaron que el retraso fiscal ha tenido unos efectos mayores de lo previsto en el gasto en la primera mitad del año y que la confianza global en una remontada a corto plazo del crecimiento económico ha disminuido en cierto modo desde junio. Casi todos los miembros del FOMC se oponen a una retirada inminente de la facilitación cuantitativa por la naturaleza "variopinta" de los indicadores económicos actuales, y sólo unos cuantos exigieron una retirada pronto. Para que la retirada comience en septiembre, creemos que hace falta más consenso. El acta sugiere que el Fed podría reforzar su marco de trabajo de orientación de futuro, en una medida muy necesaria. Al FOMC no parece preocuparle demasiado el panorama de unos tipos a largo plazo más altos. Si adopta la dirección suave esperada en su reunión de septiembre, los rendimientos de bonos a diez años podrían caer en respuesta.
Por Prajakta Bhide.