Tailandia se encuentra en recesión técnica desde que el crecimiento en el segundo trimestre se contrajera inesperadamente un 0,3% interanual, ajustado estacionalmente, tras un descenso del 2,2% en el primer trimestre. Dejando aparte el gasto del gobierno, todos los apoyos a la demanda doméstica se desaceleraron. El consumo privado cayó al 2,4% interanual con la bajada de la confianza de los consumidores. El sector externo decepcionó por la contracción de las exportaciones de mercancías y la manufactura se contrajo un 1,0% frente a nuestros pronósticos de una remontada del 0,8%. La mayoría de los observadores privados siguen convencidos de que el Banco de Tailandia (BoT) se abstendrá de recortar los tipos, ya bajos en el 2,5%, pero a nosotros nos preocupa que el panorama para la segunda mitad del año (no especialmente alentador por los retrasos de los proyectos de infraestructuras) pudiera obligar al BoT a relajarse. Estamos monitorizando un crecimiento anual del 3,7% pero los riesgos se inclinan a la baja.
Ayoti Mittra