En su informe de política monetaria del segundo trimestre, el Banco Popular de China (PBoC) ofrece una serie de argumentos poco convincentes para explicar la diferencia entre el crecimiento del crédito y el PIB. Sin embargo, uno de ellos (que los periodos de transición económica conducen a un flujo más alto de crédito tanto para los sectores en declive como para los emergentes) resulta elocuente. Hasta el momento, los políticos chinos se han negado a permitir la destrucción creativa para facilitar la reestructuración económica, optando en su lugar por el recurso al crédito para evitar impagos y apuntalar a los sectores no competitivos. Como hemos sostenido en otras ocasiones, la naturaleza intensiva del crédito del modelo de crecimiento chino lo hace insostenible y la economía china, sumamente apalancada, se encamina hacia un periodo de reparación de la hoja de balance y menor crecimiento.
Por Adam Wolfe.