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La quiebra de Detroit: un caso excepcional, pero no único

Toda suspensión de pagos se caracteriza por la incapacidad o falta de voluntad para realizar los pagos, cuando el riesgo de tomar una medida "radical" se considera menos malo que continuar con la catastrófica trayectoria de no tomar ninguna medida. En el caso de Grecia, al igual que en el de Detroit, la solicitud de generosos rescates sirvió para satisfacer a algunos tenedores de bonos, pero no para salvar la situación. Por lo general, las anteriores suspensiones de pago municipales venían provocadas por un acontecimiento específico, pero Detroit es un caso aparte, con un descenso de la población del 60% a lo largo de décadas y una gran dependencia de la hundida industria automovilística. Los déficits anuales de Detroit superaban los 300 millones de dólares, encontrándose en unos niveles similares (como porcentaje de los ingresos) a los que RGE ha identificado como causantes de suspensiones pagos soberanas, y esta suspensión de pagos sirve como advertencia de que la salud fiscal a largo plazo depende de manera crítica de los supuestos de crecimiento de la población y de productividad a largo plazo. En el caso de muchos países, desde Japón a Rusia pasando por Europa occidental, las tendencias demográficas harán que sea difícil cumplir las promesas hechas a las anteriores generaciones.

Por David Nowakowski

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