En vista de la recesión en curso y la baja inflación en la eurozona, esperamos que el BCE mantenga el enfoque ligeramente más proactivo que ha adoptado en los últimos meses. Es probable que el BCE refuerce gradualmente su orientación de cara al futuro vinculándola de forma más explícita a objetivos nominales, y posiblemente reales, a través del canal de la inflación y ofreciendo nuevas pistas acerca del calendario de las políticas. Parece probable que en septiembre se introduzca un recorte de los tipos de interés, ya que las nuevas proyecciones del personal indicarán que la deseada recuperación de la eurozona sigue estando lejana. Existen otras medidas, como nuevas operaciones de refinanciación a largo plazo y la adopción de tipos de depósito negativos, aunque probablemente permanecerán en el tintero por el momento.
Por Christian Odendahl.
