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EEUU subirá tipos... ¿Dónde se situarán?

Bernanke

Tras la última reunión del FOMC, el comité encargado de fijar la política monetaria, 14 de los 19 participantes fijan 2015 como el año para una posible subida de tipos de interés en Estados Unidos. El debate deja abierto que deberían subir hasta el 0,75 por ciento, y al 1,5 dentro de dos años. No obstante, a más largo plazo el objetivo de la Fed se sitúa entre el 3,25 y el 4 por ciento.

Las comparecencias del presidente de la Reserva Federal esta semana ante los comités del Congreso y el Senado paliaron la reacción del mercado, que el pasado 19 de junio perdió los nervios tras las declaraciones del guardián del banco central de EEUU. Ben Bernanke supo engatusar a los agresivos halcones, sin dejar de lado su espíritu acomodaticio, a través de un mensaje que estableció una clara distinción entre los planes impuestos hasta ahora por la Fed. No es lo mismo comprar bonos del Tesoro y activos hipotecarios para mantener los tipos de interés a largo plazo a raya que imprimir dinero a un coste cercano a cero. Ambas opciones fomentan la recuperación económica, pero su impacto y el proceso para deshacer sus efectos y volver a la normalidad es completamente distinto. Hasta la fecha, la atención de los inversores ha estado centrada en la posible reducción y fin del conocido como Quantitative Easing, es decir, la compra de deuda y activos hipotecarios por valor de 85.000 millones de dólares al mes. Esta herramienta ha engordado hasta los 3,4 billones de dólares el balance de cuentas de la Fed, pero garantiza que los tipos hipotecarios se hayan mantenido bajos fomentando así la recuperación del sector inmobiliario.

"Quiero enfatizar esto, porque nuestras compras de activos dependen de los desarrollos económicos y financieros, y por eso no están de ninguna manera predefinidas", dijo Bernanke. El presidente de la Fed repitió que sería apropiado empezar a moderar el ritmo de compra de activos a finales de este año y acabar con las operaciones a mediados del 2014. Asimismo, explicó que el banco central reaccionará al desarrollo de los acontecimientos, y si las condiciones económicas mejoraran más rápido de lo previsto, la retirada de estímulos se podría acelerar. Si ocurriera lo contrario, "el actual ritmo de compras podría mantenerse durante más tiempo", aclaró abriendo incluso la puerta a elevar el ritmo de compras.

¿Cuándo será la subida de tipos?

Como bien dejó claro Bernanke, las condiciones de la Fed para deshacer su QE son completamente independientes de sus condiciones para mantener los tipos de interés cercanos a cero. El presidente de la Fed prometió ya en diciembre que las tasas se mantendrían bajas por lo menos hasta que el desempleo ronde el 6,5 por ciento. "No creemos que la Fed subirá las tasas hasta principios de 2015", asegura Nariman Behravesh, economista jefe de IHS Global Insight.

Sin embargo, los mercados de futuros no lo tienen tan claro y adelantan estos acontecimientos hasta finales de 2014. "No me sorprendería que veamos un cambio de tono a finales de este año y de forma más activa durante 2014", declaraba al semanario Barron´s. De hecho, los operadores se plantean ya la posibilidad de una primera subida de tipos en septiembre de 2014, aunque las probabilidades aumentan hasta el 61 por ciento cuando hablamos de octubre de ese mismo año y suben hasta un 66 por ciento si nos trasladamos a diciembre de 2014, según los contratos ligados a los tipos que impone la Fed a las tasas interbancarias que se negocian en la Chicago Board of Trade del CME Group Inc.

De momento, este sentimiento se extiende entre otros expertos. Para Joe LaVorgna, economista jefe para EEUU de Deutsche Bank, la Reserva Federal podría subir las tasas tan pronto como el próximo verano. Según justifica, la historia indica que el Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) suele subir los tipos de interés un año después de que las solicitudes semanales de subsidio por desempleo alcanzan una media que se sitúe por debajo de las 350.000 peticiones. En el segundo trimestre, esta cifra alcanzó las 346.000 solicitudes. "Mientras todavía queda un largo camino por recorrer, si se mantienen las proyecciones actuales, un endurecimiento de la política monetaria podría llegar tan pronto como el próximo verano", dijo LaVorgna.

Según pudo deducirse tras la última reunión del FOMC a finales de junio, el comité encargado de fijar la política monetaria a este lado del Atlántico difiere, y mucho, sobre dónde situar los tipos al cierre del ejercicio 2015. De los 19 participantes, una gran mayoría (14 miembros) fijan dicho año para una subida de tipos mientras que tres optaron por comenzar a apretar las tuercas en 2014, uno este mismo año y otro retrasarlo hasta 2016. Si nos hacemos eco de las discusiones probablemente los tipos deberían subir hasta el 0,75 por ciento y el 1,50 por ciento durante 2015. A más largo plazo, el objetivo se ve entre el 3,25 por ciento y el 4 por ciento.

Un ajuste brusco asustaría al mercado

Con esta hipotética hoja de ruta sobre la mesa para la subida de tipos, cabe preguntarse cómo reaccionarán los mercados, especialmente la renta variable. Cuando la Fed proceda poner fin al dinero barato en algún momento de 2015, el proceso será lento y se alertará explícitamente a los inversores. Como bien apunta Nouriel Roubini durante el anterior ciclo de ajuste, que comenzó en 2004, "la Fed tardó dos años en normalizar su política monetaria". Sin embargo, ahora el paro y la deuda pública son más elevados por lo que un ajuste brusco, como el de 1994, impactaría en la renta variable y forzarían un aterrizaje económico de emergencia, según el presidente de Roubini Global Economics.

Dicho esto, Roubini advierte que si los mercados financieros tocan ya máximos históricos, la euforia podría ser descomunal en 2015, cuando la Reserva Federal debería comenzar a apretar las tuercas. Este panorama no es el adecuado, ya que en 2017, cuando la Fed debería culminar el ajuste, las burbujas de activos podrían estar a la orden del día. El profesor de la Universidad de Nueva York indica que la última vez que las tasas de interés se mantuvieron bajas durante demasiado tiempo (2001-2004) y la posterior normalización se llevó a cabo con demasiada parsimonia acabamos viendo el boom y posterior derrumbe del sector inmobiliario.

Aún así, no tiene por qué repetirse la misma historia. Mientras que la Fed ha triplicado su balance, no todo ese dinero ha llegado a la economía real ya que los bancos han canalizado parte de ese dinero para reparar sus cuentas, las empresas han acumulado efectivo y los estadounidenses han pagado menos por los préstamos y ahorrado más. Es cierto que entre 1960 y 1999, la relación entre la oferta de dinero a menudo se ligaba directamente con los precios de las acciones.

Pero a día de hoy, ese vínculo se ha roto. "El crecimiento de la oferta monetaria en su tasa interanual se redujo en 2009 y 2012 pero la renta variable subió durante dichos años", asegura James Paulsen, estratega jefe de inversiones de Wells Capital Management, quien reiteró que a las bolsas les irá mucho mejor de lo que la mayoría espera cuando la Fed empiece a normalizar su política monetaria".

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