El partido democrático liberal (LDP) del primer ministro Shinzo Abe parece encaminado a lograr una victoria aplastante en las elecciones del senado japonés este domingo, un desenlace que aseguraría el control de la coalición en el poder sobre las dos cámaras de la Dieta durante los próximos tres años. Las elecciones darán a Abe un capital político notable, que creemos que usará para unas reformas económicas más duras (tal vez centrándose en la seguridad social o el mercado laboral) que las propuestas hasta el momento. Aunque Abe seguramente persiga cierto grado de reforma constitucional, es probable que el LDP y sus socios no sean capaces de formar una coalición a prueba de veto en este sentido (uno de los socios, New Komeito, se opone a la medida). El predominio recuperado del LDP, aunque quizá no demasiado bueno para la democracia japonesa a largo plazo, favorece a la agenda económica de Abe y podría inyectar de nuevo una sensación de rumbo en la escena política nipona, tras una serie de gobiernos inefectivos.
Por Michael Manetta.