Una serie de indicadores sugieren que la estrategia de crecimiento basada en la reflación del primer ministro Shinzo Abe está ganando velocidad. Los datos de la renta disponible y las ganancias en efectivo apuntan a un posible repunte de la renta nominal este año (el primero desde el tsunami de 2011). El sentimiento de los consumidores cayó en junio, posiblemente debido a la volatilidad del mercado bursátil y las incertidumbres sobre el paquete de reforma estructural de Abe, aunque es probable que se recupere junto al Topix (con una subida del 12% desde que tocara fondo el 26 de junio), el aumento neto de las bonificaciones estivales y multitud de datos macro positivos. Esperaremos a la encuesta de altos directivos de préstamos de Japón en el segundo trimestre y el índice de precios de servicios corporativos de junio, ante posibles signos de un remonte en la segunda mitad de la inflación que, si se traspasa a los salarios nominales, será crucial porque permitirá que la economía doméstica aguante los efectos de la subida de impuestos al consumo en abril de 2014.
Por Michael Manetta.