El PP utiliza el rodillo de su mayoría absoluta para evitar que Mariano Rajoy dé explicaciones en el Congreso sobre el caso Bárcenas y el supuesto pago de sobresueldos a la cúpula del partido, incluido el presidente. Se equivoca el Gobierno de estrategia. No se trata de juzgar, que para eso están los tribunales, sino de que Rajoy cumpla con su responsabilidad política. Esto significa dar explicaciones ante la Cámara donde reside la soberanía popular. Los ciudadanos no entienden por qué calla el presidente e interpretan su silencio como culposo. Escudarse en el parapeto de la mayoría absoluta aumenta las sospechas, daña nuestra imagen internacional y tiene repercusiones políticas y económicas, cuando el país trata de salir de la crisis y afronta grandes sacrificios.