En el día de ayer el comité de política monetaria del Banco de Inglaterra, el primero presidido por el nuevo gobernador Mark Carney, mantuvo invariables tanto el tipo de interés bancario oficial como el tamaño del programa de compra de activos, pero dio su primera pista de la orientación de cara al futuro. Sorprendentemente, el comité de política monetaria emitió un comunicado tras la reunión para recordar a los participantes en el mercado el dilema al que se enfrenta su política: una inflación por encima del objetivo que va en aumento y un estancamiento económico, el cual se espera que "persista durante algún tiempo". En el comunicado se afirmaba que las recientes subidas de los tipos de interés del mercado "afectarán a la perspectiva" para la inflación y el crecimiento, presumiblemente provocando un descenso de los mismos y creando de este modo un espacio para la flexibilización monetaria. ¿Cómo realizar esta flexibilización? La declaración menciona expresamente la orientación de cara al futuro aunque, lo que es más importante, indica que la evolución de la economía nacional no justifica una subida de la trayectoria futura de los tipos de interés. Esto ya es una indicación de la orientación de cara al futuro, la cual esperamos que incluya inicialmente a los tipos de interés, y posiblemente una flexibilización cuantitativa ilimitada más adelante. Reiteramos nuestras previsiones de un debilitamiento de la libra frente al USD y al EUR (1,42 y 1,10, respectivamente, dependiendo del tipo de cambio EUR/USD), y un rendimiento de los bonos públicos a 10 años en torno a la barrera de 2,00% a final de año.
Por Brunello Rosa.