Los últimos datos de los sondeos muestran que el índice de popularidad de la presidenta brasileña Dilma Rousseff cayó un 20% entre los días 7 y 28 de junio (un descenso de 27 puntos porcentuales), en medio de protestas generalizadas. Sin embargo, la encuesta de Datafolha también indica que el apoyo a los políticos e instituciones a nivel federal, estatal y local también experimentó un descenso global, lo que sugiere que la población está desencantada con la política brasileña en general (hasta los partidos de la oposición han perdido popularidad). Al mismo tiempo, han aparecido otros posibles candidatos de la oposición, como la anterior ministra de medio ambiente Marina Silva y el juez del Tribunal Supremo Joaquim Barbosa, con unos resultados en las encuestas del 20% y el 15% respectivamente. Seguimos considerando a Rousseff como la favorita para alzarse con la victoria en las elecciones presidenciales de 2014, pero las perspectivas de empeoramiento del crecimiento económico pueden hacer que sea vulnerable al malestar existente.
Por Joao Pedro Ribeiro.
