Los precios de las materias primas han descendido de manera constante desde abril de 2011, lo que favorece las perspectivas desinflacionistas para la economía estadounidense: las expectativas del mercado para la futura inflación a 1 y 10 años se encuentran actualmente por debajo del 1% y del 2%, respectivamente. Dentro de las materias primas, los precios del petróleo crudo son el principal factor determinante de la inflación y de las expectativas de inflación: tanto RGE como los mercados esperan que los precios del petróleo experimenten un moderado descenso durante los próximos años, aunque la mayor parte del descenso de los precios ya se ha producido. También esperamos que los precios de los alimentos sigan una tendencia descendente en vista de la abundancia de las cosechas, pero la volatilidad se mantendrá debido a los bajos niveles de los inventarios (y a las condiciones climatológicas). Si la inflación continuase descendiendo, el resultado de la flexibilización de la política monetaria podría ser un perverso mantenimiento de los precios del oro a corto plazo, antes de caer definitivamente hasta los 1.000 dólares por onza para finales de 2014.
Por Gary Clark.