
Entrevistamos a Belén Frau a matacaballo, con motivo de la celebración de un evento de la red profesional Womenalia. La conversación es rapidísima por cuestiones de agenda. A lo largo de los pocos minutos que dura el encuentro, la directora general de Ikea Ibérica y la periodista deben cambiar de ubicación varias veces. Pero Frau, que acaba de salir de una larga sesión de ponencias, ni muestra cansancio ni pierde la sonrisa.
¿Se ha peleado con algún armario de Ikea? Montándolo, quiero decir.
¡Me he peleado con muchos! [se ríe]. Y disfruto, porque una vez que está acabado sientes que en parte es una creación tuya.
Habrá sudado la gota gorda...
He sudado, sí. Y he sufrido a mi marido diciéndome que faltaban piezas... ¡pero nunca faltan!
¿Su casa es cien por cien Ikea?
Lo es más bien al 70 por ciento.
'Gosa Vädd', 'Ektorp'... ¿para cuándo un mueble con nombre español?
Pues es una buena idea, tomo nota. En principio nos gusta mantener la identidad sueca y por ello las denominaciones de los artículos son ríos, montañas, nombres de mujer...
¿Hay menos gente en sus restaurantes desde que se descubrió carne de caballo en sus albóndigas?
Ikea tuvo una reacción muy valiente: quitarlas de la venta. Todas las pruebas realizadas en España han salido negativas, lo que quiere decir que no se han encontrado trazas de carne equina. Y ahora que las albóndigas han vuelto a los restaurantes te diré que el cliente sigue confiando en ellas porque son estupendas y tienen un precio imbatible.
En el último ejercicio sus ingresos cayeron un 2,5 por ciento en España. ¿Qué espera para éste?
La situación es complicada, de modo que pelearemos para, al menos, empatar ese resultado.
Pese a la crisis siguen abriendo tiendas...
Tenemos la suerte de no cotizar en bolsa, lo que nos permite tomar decisiones que no serían tan fáciles de adoptar en empresas cotizadas. Además, tenemos clarísimo que queremos invertir en España.
¿No se plantean salir a bolsa?
No, por mantener esa libertad.
¿Qué parte de sus proveedores son españoles?
No sabría decirte. Tenemos más de mil en todo el mundo, también en España, y seguimos buscándolos activamente. Por ejemplo, acabamos de hacer una planta de montaje de edredones en Cataluña con un proveedor de la región. También contamos con proveedores españoles de cerámica. Son empresas que se buscan desde Suecia; se seleccionan las que sean capaces de surtir nuestros volúmenes a nuestros precios.