En su conferencia de prensa de hace una semana, el presidente del Fed, Ben Bernanke, dejó claro que no le preocupa la desinflación, que considera un fenómeno transitorio y problema menor dadas las expectativas relativamente estables de la inflación. Pero ¿hasta qué punto se puede confiar en las expectativas para calibrar la inflación futura? ¿Y en qué medida son estables las previsiones de inflación actualmente? Opinamos que las expectativas son un indicador importante de la inflación; las últimas cifras indican un pronóstico de inflación nominal a diez años en declive, ligeramente por debajo del 2%. Es improbable que la Fed amplíe sus compras de activos en respuesta pero podría preocuparle lo bastante como para cambiar su tono actual sobre la facilitación cuantitativa si los umbrales de rentabilidad se acercan al 1,5%.
Por Prajakta Bhide.