Tal como era de esperar, la economía venezolana experimentó una drástica desaceleración en el primer semestre de 2013, con una caída del consumo, unos malos resultados del sector petrolífero y una caída del superávit por cuenta corriente hasta su nivel más bajo desde el año 2009. Al mismo tiempo, la inflación se disparó del 20% interanual en diciembre a más del 35% interanual en mayo, lo que pone de manifiesto la naturaleza insostenible de los controles de los precios que el gobierno había aplicado anteriormente con éxito y hace que revisemos al alza nuestra previsión de inflación para el año hasta el 32%. En vista de la insuficiente combinación de políticas de Venezuela y el aumento de las dificultades económicas, también hemos reducido nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2013 del 2% interanual al 0,8%.
Por Joao Pedro Ribeiro.