La dinámica de Sudáfrica ha continuado ralentizándose desde nuestra última perspectiva, con un PIB del primer trimestre increíblemente débil que ha sorprendido a todo el mundo y ha dado lugar a una revisión a la baja de nuestra previsión para todo el año 2013, con los riesgos inclinados a la baja. A pesar de la fuerte desaceleración de la producción económica, resultado de la debilidad de los fundamentos macroeconómicos del país y del estancamiento político autoinfligido, el banco central resistirá las presiones para recortar los tipos durante los próximos meses, ya que la falta de competencia sobre las causas del bajo crecimiento desaconseja un mayor estímulo monetario, y la liquidación del rand sudafricano, más pronunciada de lo previsto, agrava la persistente inflación. Debido a las importantes dificultades provocadas por la moderación de la demanda de los consumidores, Sudáfrica no logrará alcanzar sus previsiones de ingresos y de déficit presupuestario, lo que supone una amenaza de rebaja de la calificación.
Por Maya Senussi.