El crecimiento del PIB ha decepcionado levemente en la primera mitad, mientras que la expansión de créditos ha superado nuestros pronósticos. Eso podría mitigar la recesión que esperamos en la segunda mitad, con un perfil de crecimiento algo más amplio en 2013. No obstante, seguimos esperando que el mercado inmobiliario se revierta pronto, la política monetaria se refuerce ligeramente con medidas macroprudenciales y la respuesta fiscal se ralentice al mínimo. El crecimiento seguirá cayendo en 2014, cuando el nuevo compacto fiscal y el rescate obliguen a los gobiernos locales a desapalancar, empujando a China hacia una desaceleración de la hoja de balance. El consenso se mueve deprisa hacia la opinión de RGE para 2013, aunque las expectativas de consenso para 2014 y más allá siguen alejadas de la realidad. El crecimiento chino se estabiliza a un ritmo menor en 2013, ya que la economía ha dejado de volverse más desequilibrada. Un reequilibrio lejos de la inversión improductiva podría producirse el próximo año y resultar en un crecimiento considerablemente menor.
Por Adam Wolfe e Ibrahim Gassambe.