Aunque el sector inmobiliario arroja un dato positivo sobre la economía australiana, el panorama general para los hogares sigue siendo débil. El crecimiento del salario principal siguió siendo flojo en el primer trimestre de 2013 y la media móvil del cuarto trimestre cayó a sólo el 0,8% (la media a 20 años ronda el 1,5%), con un crecimiento de los puestos de trabajo a jornada completa todavía débil y una alta tasa de paro. La situación podría ser manejable si no fuera por el estado general de la economía. Los nuevos pedidos en los sectores de la construcción y servicios siguieron deprimidos hasta mayo y el consumo no ha podido compensar la reducción del crecimiento de la inversión privada, como en los anteriores ciclos. La tendencia global parece dispuesta a continuar. El crecimiento de las inversiones mineras ya se ha prorrogado y la demanda de exportación de materias primas va camino de debilitarse más aún en los dos próximos años. Con un gobierno nuevo a la vista probablemente en otoño, el apoyo fiscal podría llegar demasiado tarde, si es que llega.
Por Michael Manetta.
