Esta semana, la República Checa se ha visto afectada por unas graves inundaciones, que han obligado a las autoridades a declarar una emergencia nacional y han provocado que muchas fábricas situadas en las zonas afectadas hayan tenido que interrumpir su producción, aunque esperamos que el impacto económico sea escaso. Al mismo tiempo, los datos de PIB revisado mostraron que la economía checa se contrajo un 2,2% interanual (1,1 intertrimestral) en el primer trimestre, por encima de la estimación preliminar de un descenso del 1,9% interanual (0,8% intertrimestral), debido al descenso de las exportaciones y la fuerte caída de los inventarios. En el lado positivo, los últimos datos macroeconómicos (las ventas minoristas de abril y los datos de la industria manufacturera de mayo) refuerzan nuestra opinión de que el país está entrando en una incipiente recuperación tras haber tocado fondo en el primer trimestre. Teniendo todo esto en cuenta, mantenemos nuestra opinión de que la economía se contraerá un 1,0% en 2013, tras haber revisado anteriormente a la baja nuestra previsión debido al mal comienzo de año.
