Aunque hemos revisado al alza nuestras previsiones para algunos países de la periferia de la Eurozona, existen múltiples motivos por los que el BCE debería actuar en su próxima reunión. En vista de las señales contradictorias (la reducción de la austeridad fiscal, estabilización de Grecia, mejora de España y fortaleza de Alemania en el segundo semestre por un lado, y la baja tendencia del IPCA por el otro), no esperamos que el BCE vaya a utilizar su última "bala preciosa" consistente en un recorte de los tipos normales y en lugar de ello esperará a que se produzcan nuevas decepciones. No obstante, es posible que el BCE intensifique su orientación de cara al futuro, utilizando en esta ocasión sus previsiones actualizadas. En última instancia, esperamos que el BCE realice una pausa (en busca de un efecto), con alguna orientación verbal de cara al futuro de escasa importancia. Si el BCE actúa, lo hará a través de otro recorte del tipo de refinanciación hasta el 0,25%, un recorte que esperamos que se produzca en fechas cercanas.
Por Christian Odendahl.